domingo, 30 de marzo de 2014

Me imagino - Cuento

  Revisando los escondrijos oscuros de mi memoria no logré encontrar ni el más mínimo indicio de cómo aprendí a escribir con mi mano derecha, por que ahora, gracias al teclado,  escribo con mis dos manos. Entonces, un poco decepcionado,  me dedique a intentar imaginar cómo fue ese maravilloso proceso.

Me imagino que fue de la mano de mi padre por que mi madre era apenas analfabeta.  Me imagino  su ternura con su primogénito sobre las piernas y con mi mano derecha entre su mano derecha y con el lápiz entre nuestras manos garrapateando los primeros trazos. Me imagino que empezó por la O por que es la redonda y por tanto la más fácil y siguió con la I por que tiene el puntito y después la U que es la curva y luego la E y por último la A. Me imagino su paciencia haciéndome escribir en el papel y repetir verbalmente cada nombre – “ la O, la I, la U, la E, la A”. Me imagino su constancia todas las tardes, luego de llegar de la iglesia  y antes de regresar a la última misa, haciéndome repetir los temblorosos y repisados trazos, una y otra vez … hasta completar la plana. Me imagino su ansiedad al ver mi lento progreso.

Me imagino su alegría el día que escribí por primera vez “mamá” y su orgullo cuando le mostró ese resultado a mi madre y me imagino su sueño y su esperanza cuando escribí por mi cuenta: “papá”.

Me imagino.

- Maroma